Picaflores o colibríes, en Misiones, hay durante todo el año.
Pero en mayor abundancia se nota mucho más su presencia en el otoño-invierno.
En Candelaria, al sur de Misiones “a los 27º 28” 14’ de latitud Sur y 55º 53” 30’ de longitud Oeste” como bien marcara el sacerdote jesuita Buenaventura Suárez, “el primer astrónomo criollo” que aquí vivió allá por el 1700, se puede comprobar la mayor presencia de tan veloces y coloridas aves desde el mes de mayo.
En nuestro sitio hemos podido constatar la llegada de seis especies diferentes de la misma familia (Trochílede), que junto a otras pequeñas aves, como los llamados “arañeros” (Basileuterus culicivorus), compiten por los bebederos o los dulces obsequios de las flores del jardín.
Para los picaflores se han registrado en total unas 320 especies, siendo un ave exclusiva de América. De ese número, unas 16 viven en Misiones.
No nos equivocaríamos al decir que Iguazú es un santuario de picaflores. Allí en la ciudad de Puerto Iguazú existe una casa urbana que contiene el “Jardín de los Picaflores” sobre la calle Fray Luis Beltrán. A ese lugar llegamos hace varios años y vimos tantos, tan magníficamente libres y contenidos a su vez, que la emoción nos sigue sobresaltando cada vez que recordamos semejante experiencia.
Si tiene la oportunidad y la paciencia necesaria no deje de sembrar flores, preferentemente rojas o anaranjadas, con forma de trompetas o conos y verá como prontamente su jardín recibirá el premio de estas joyas aladas.
Si no, consiga un bebedero para picaflores en su veterinaria o casa de mascotas, prepare y cuide la solución azucarada indicada para estos auxiliares y también su casa, su balcón o el rincón que usted elija, el día menos pensado, recibirá a estos fulgurantes virtuosos del vuelo.
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