jueves, 17 de marzo de 2011

Contra las represas y a favor de los ríos, del agua y la vida.

En este mes de marzo, más concretamente el día 14, se conmemoró este Día Internacional contra las Represas y a favor de los ríos, el agua y la vida, conmemorando una histórica reunión celebrada en Curitiba- Brasil- en el año 1998, por un montón de personas perjudicadas por este tipo de embalses.

En los días que transcurrimos, una fecha semejante, nos pega en un costado sensible a todos los misioneros, porque aún resuenan los discursos y aprobaciones de dos presidentes, de Argentina y Paraguay, que se reunieron en Posadas para celebrar la “terminación” de Yacyretá.

Este emprendimiento hidroeléctrico emplazado sobre el río Paraná a la altura de los ex saltos del Apipé, llevaba ya treinta y siete años de demoras, dilaciones, retasaciones y humillaciones hasta que finalmente lograron alcanzar la cota máxima de embalse, que en el eje Posadas-Encarnación, da 83 metros sobre el nivel del mar.



No contentos con el éxito alcanzado, en cuidadosa retórica, los mandatarios dejaron entrever como buen negocio, el que nos convirtiéramos en socios generadores de energía con otros emprendimientos en la región.

Y dale que te dale, insistieron en aquello de que “sin energía no hay desarrollo”.

Podemos coincidir con tan genérica afirmación, pero no podemos consentir en que con semejante apotegma demos un sí a que “sin hidroenergía no hay desarrollo”.

Porque las grandes represas como la inaugurada y las proyectadas (y con carpetas en los principales despachos) de Garabí-Panambí sobre el río Uruguay y la de Corpus Christie sobre el Paraná, serán nocivas para el ambiente y muy perjudiciales para la salud de todos los que vivimos junto al lago formado y a formarse.

Porque producir energías alternativas no exclusivamente debe hacerse con la contención de grandes ríos en ambientes subtropicales o tropicales y, la experiencia trágica de estos días lo amerita, tampoco debería seguir probándose por el lado de la reacción atómica.

Hay otras fuentes estudiadas y posibles. Las que pueden o no ponerse en práctica en Misiones.

Creemos que ya hemos puesto con Yacyretá nuestra cuota de sacrificio en beneficio de la Nación a la que pertenecemos.

Hay miles y miles de kilómetros cuadrados con otras geografías y otros recursos y potencialidades que también pueden hacer su aporte al engrandecimiento nacional.

Hay muy buenos vientos, excelentes campos solares, riachuelos correntosos para turbinas flotantes, producciones de bagazos y subproductos orgánicos con buen índice de combustión o fermentación y tantas otras alternativas, que si cada una generara una porción de la energía que se ocupa hoy o que demandaremos en los años por venir, seguramente en que todos nos sentiremos harto orgullosos de “producir la energía que sostenga nuestro desarrollo”.

Difundiendo cada conocimiento que existe y que en distintos lugares ya se han puesto en práctica o bien educándonos en un consumo responsable y sustentable de toda la energía que necesitamos en nuestras cotidianeidades es nuestra obligación.

Si no lo entienden nuestros gobernantes, nuestros dirigentes o nuestros representantes tenemos nosotros la obligación de enseñárselo o cambiarlos.

Ese es nuestro derecho.

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