martes, 30 de agosto de 2011

LA CALANDRIA (Mimus saturninus)

Ave canora de nuestros pueblos, la calandria, ensambla llamativas variantes de canto entre el caserío del sur misionero.
Su área está bastante difundida en la región de los campos, pero aquí como se da una transición entre la sabana y la selva, es común verla volar y escucharla durante todo el año.
De cola larga y semi-erecta revolotea entre las copas de los árboles más altos, los cables del tendido eléctrico o las cumbreras y desde allí ensaya largos planeos hasta los gramados abiertos, donde corretea y se alimenta.




Es bien notable su presencia por el estridente y armonioso canto, el cual ha servido también como inspiración para vincularlo a leyendas populares o hasta inspirado un reconocido chamamé, cuya interpretación más renombrada corresponde al desaparecido Isaco Abitbol.
Entre la múltiple biodiversidad misionera, en el comienzo de una primavera que se manifiesta plenamente, las aves ocupan un lugar preponderante.
Algunas son migrantes estacionales y otras ya han elegido quedarse por los alrededores de los pueblos, alentadas por el clima benigno o por la facilidad de obtener siempre el bocado necesario para la subsistencia.
Al borde del camino, entre la arboleda de las quintas o correteando por nuestros jardines, las calandrias alegres, otra vez acompañan musicalmente nuestros trajines.

No hay comentarios:

Publicar un comentario